€12.99
Fuí a un apartamento de Valencia, me pasé la tarde llamando a repartidores. Vino de todo, chicas y chicos de todas las edades y físicos.
Hasta que apareció el idóneo. Pilló la cámara oculta y se cabreó, pero al final después de una dura negociación, aceptó ser filmado y le di por portas partes.